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por Elena Ortega (Coordinadora de Eventos de Aglow España)

En la tradición cristiana se celebra todos los años la entrada de Jesús a Jerusalén y así se inicia la Semana Santa con el llamado Domingo de Ramos; porque los judíos cogieron mantos y ramas para ponerla en el camino por donde pasaría Jesús a su entrada a Jerusalén, la capital de Israel. Hicieron esto en reconocimiento a sus milagros, enseñanzas y también porque los judíos querían tener un rey que los liberara del sufrimiento que padecían bajo el imperio romano. (Mateo 21:8-11).

¿Qué celebran los judíos en estas fechas?
Celebran la liberación del pueblo judío de la esclavitud a la que eran sometidos por los egipcios.
No tiene nada que ver con la Pascua que celebramos en nuestra sociedad, excepto que Jesús fue crucificado en vísperas de la Pascua Judía.
Para los judíos la Pascua va seguida de los siete días de la fiesta de las tortas no fermentadas. Conmemoran la liberación de los israelitas de Egipto y el hecho de que Jehová ‘pasase por alto’ a sus primogénitos cuando aniquiló a los primogénitos egipcios. Coincidía con el principio de la cosecha de la cebada. (Éxodo 12:14, 24-47; Levítico 23:10)
Es una celebración conmemorativa, y por eso el mandato bíblico decía: “Y tiene que suceder que cuando sus hijos les digan: ‘¿Qué significa este servicio para ustedes?’, entonces tienen que decir: ‘Es el sacrificio de la pascua a Jehová, que pasó por alto las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando plagó a los egipcios, pero libró nuestras casas’”. (Éxodo 12:26, 27.)

La Fiesta Pascual
En este día, el decimocuarto, el primogénito de cada familia, si tiene más de trece años, ayuna en memoria de la liberación de los primogénitos de los israelitas, cuando el ángel destructor pasó sobre Egipto. En la tarde del día catorce los miembros masculinos de la familia, vestidos con sus mejores ropas, asisten a los servicios especiales en la sinagoga.
A su regreso al hogar encuentran la casa iluminada y la mesa pascual, preparada. El jefe de la familia toma su lugar a la cabecera de la mesa, donde está preparado para él un sillón con cojines o almohadas. Una silla similar está también lista para la señora de la casa. Todos los miembros de la familia judía, incluidos los sirvientes, se sientan alrededor de la mesa.

¿Como lo celebramos los cristianos?
¿Celebramos la tradición, el acto histórico? Creo que lo más importante de hoy seria celebrar la entrada de Cristo en nuestras vidas y en las vidas de nuestros seres queridos. ¿Qué haría Jesús en nuestras vidas y en la de nuestros semejantes?. En Mateo 21:12-17 leemos que Jesús limpió el templo de mercaderes y curó a ciegos y cojos. Hoy seria a los mercaderes espirituales, personas que solamente están interesadas en sus ganancias, en hacer más dinero, que buscan a Dios en los templos para que les haga prosperar más en cuestiones materiales que espirituales. También a ciegos y cojos espirituales, personas que teniendo ojos físicos no miran bien a Jesús y cojean de algún pecado (¿De que pecado cojeas tú?). Debemos ser limpiados, curados, sanados de toda clase de pecados (Jeremías 33:8-9, Ezequiel 36:25-30, Hebreos 9:14)
Podemos celebrar todos los años el Domingo de Ramos o la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén; pero si no hay realmente cambios en nuestras vidas: alma, espíritu, mente y cuerpo, no sirven de nada esas celebraciones externas. Seremos como bonitos árboles pero sin frutos. Los frutos son nuestras conductas y por ellos seremos identificados o reconocidos. En Mateo 21:18-19 leemos que después de entrar a Jerusalén, Jesús maldijo a un árbol porque no daba frutos. ¿Estas tú dando frutos? y si los estas dando ¿qué clase de frutos estás dando? (Lucas 6:43-45)

Para los que escuchamos el evangelio debemos dejar que Jesús entre en nuestras vidas para limpiarnos totalmente y ser hechos nuevas criaturas:, esto implica olvidar el pasado y todas las cosas viejas. Vivir una vida nueva agradando al Señor. Esto demostrara que somos nuevas personas, nueva iglesia (1 Corintios 6:9-11) que hacemos una nueva historia desde ya (2 Corintios 5:16-18). CAMBIEMOS LA HISTORIA DE NUESTRO PAÍS.

Elena Ortega (Coordinadora de Eventos de Aglow España)


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