Por Jane Hansen Hoyt
Debido a la epidemia de coronavirus, los medios nos dicen continuamente que nos “¡Quedemos en casa!”. Los dirigentes están tratando de encontrar maneras de controlar el nuevo brote de este virus insidioso. Parece que en poco tiempo una fuerte tormenta ha golpeado nuestras costas.
Así que, esta mañana, mientras leía la Palabra, busqué Escrituras que hablaban de “refugio”. Por supuesto, sabemos que el significado de la palabra refugio es: Proteger o protegerse de algo dañino.
El refugio es una de las necesidades humanas básicas, junto con la comida, el agua y el compañerismo.
El refugio es una estructura que protege de los elementos, de ataques o peligros. Es un lugar para vivir o morar.
Por ejemplo, si te pierdes en el bosque, lo primero que haces es buscar refugio o un lugar protegido para quedarte. Por lo tanto, ¡el refugio proporciona cobertura!
Salmos 143:8-9 dice —
Por la mañana hazme oír tu misericordia,
porque en ti confío; enséñame el camino por el que debo andar,
pues a ti elevo mi alma.
Líbrame de mis enemigos, oh Señor; en ti me REFUGIO.
Salmos 61:4 dice —
Que more yo en tu tienda para siempre;
y me abrigue en el REFUGIO de tus alas.
Joel 3:16 dice —
El Señor ruge desde Sión
y desde Jerusalén da su voz,
y tiemblan los cielos y la tierra.
Pero el Señor es REFUGIO para su pueblo
y fortaleza para los hijos de Israel.
Jesús es un lugar seguro para REFUGIARSE. Nos cubre en las tormentas de la vida. Redime nuestra vida de la destrucción, y nos corona con bondad y misericordias tiernas.
Bendito seas hoy, mientras sigues REFUGIADO en Su Presencia. Encuentra buena música de adoración y únete al Cielo para adorar a Jesús.
Jane Hansen Hoyt
Presidenta/Directora Ejecutiva
Aglow Internacional
facebook.com/jane.hansen.hoyt
Aglow España en Facebook: