En estos días estamos teniendo la oportunidad de estar visitando algunos grupos de mujeres y es maravilloso ver como el pueblo de Dios se está moviendo.
Hace una semana nos invitaron a un Congreso con el Lema “Mujeres extraordinarias”, este título me llevo a meditar en la mentalidad de esta sociedad y en el concepto que se trasmite a algunas mujeres de lo que significa ser extraordinaria.
Para muchas mujeres hoy ser extraordinaria es tener unos conocimientos, desempeñar una profesión, poseer un tipo específico de físico con medidas perfectas y tener una actitud y mentalidad “cien por cien feminista”, es decir valernos por nosotras mismas y no necesitar de nadie para seguir adelante, resumiendo ser una “supermujer”, PODEMOS CON TODO.
En la mentalidad del Reino de Dios ser extraordinaria es ser una mujer que sale de lo COMÚN y que marca la diferencia. En primer lugar marca la diferencia porque conoce en QUIEN CREE, en el Dios Todopoderoso con el cual mantiene una comunicación. Marca la diferencia con los que la rodean, ya que se acepta a sí misma porque “Ama a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a si a si misma”. Marca la diferencia en como se trata, el concepto que tiene de si misma y de los demás. En definitiva como dice la Biblia, ES UNA MUJER DE ENTENDIMIENTO. Estamos llamadas a ello y debemos trabajar para mostrar a esta sociedad que lo que nos está trasmitiendo no trae sosiego a nuestra alma, al revés nos crea gran insatisfacción ya que nunca estamos a la altura de las circunstancias en ninguna área de nuestra vida. Pero caminar con las leyes del Reino nos hace sentir que caminar en la vida con Dios todo es LLEVADERO, PORQUE EL YUGO CON JESUS ES FÁCIL Y CON EL LIGERA LA CARGA.
Ana Giménez.